Entendiendo la situación de los dólares

Jose S. Azcona Bocock

Hay un fenómeno que se ha estado dando el último año, y este es el de los desafíos para acceder a la compra de dólares utilizando lempiras. El debate sobre el tema se ha centrado en sí ha existido una especulación de parte de las empresas, o si ha habido un intento deliberado de parte del estado de restringir el acceso. Creemos que el problema es más complejo que esto, y se puede ir resolviendo si se entiende.

He creado esta tabla con los datos oficiales de subasta de dólares del Banco Central de Honduras, tomando meses típicos en 3 años diferentes. El 2019 fue el último año normal antes del Covid (que disminuyó mucho la oferta), y el 2021 el último para el que se tienen registros (mes de junio) antes que desapareciera la serie, la cual se reinicia como un mes completo en mayo del 2023.

Vemos que en el 2019 la demanda mensual en subasta oscilaba alrededor de los US$600M, y se lograba atender la totalidad de la demanda. Para el 2021, esta había descendido alrededor de US$220M, producto todavía de la sub-demanda ocasionada por la pandemia.  Si vemos los datos de las reservas internacionales, estas también presentaron un crecimiento considerable en 2020 y 2021, producto de la exportación y las remesas (nuestras fuentes de dólares).

Para el 2022 la demanda debió haber recuperado su normalidad, pero al iniciar la serie en mayo del 2023 vemos una demanda de US$3,166M qué representa cuatro veces en lo que se hubiera esperado históricamente.  En ese mes se adjudicaron US$1,581M, para atender la mitad de esta demanda, pero a un ritmo muy superior a la captación de reservas, por lo que, de continuar adjudicando ese monto, estas hubieran descendido mucho. Por tanto, redujeron la subasta de divisas a un nivel más alto del histórico (US$1,100M mensual), pero sostenible a largo plazo.

Para noviembre la presentación de ofertas había continuado aumentando, llegando hasta los US$5,100M, del cual solo lograron adjudicar un 19.5%.  Desde entonces se ha nivelado, incluyendo niveles de un 30% en el 2024.

Resultados consolidados de subastas de dólares, BCH, Adjudicadas vs. Presentadas

Sería interesante ver en la serie lo que ocurrió antes de mayo del 2023, pero la información anecdótica lo que indica es que primero se comenzó a elevar la demanda de compra de dólares por las ventajas que ofrecía en tasas de interés disponibles, tanto pasivas como activas, la inversión en dólares. Esta estrategia de tasas obedecía a una estrategia gubernamental de estimular la inversión, utilizando de respaldo un nivel bastante saludable de reservas internacionales.  La reacción del mercado no se trataba primariamente de una fuga de divisas, sino una conversión local de cuentas.

Una vez que el proceso avanzaba, aumentaba la demanda de dólares, y en ese momento ya no se daba abasto el Banco Central, por lo que tuvo que poner restricciones a la venta para no sacrificar las reservas.  Esto sí desató un proceso de demanda artificialmente alto, ya que obligaba a las empresas aprovisionar dólares para cumplir con sus obligaciones (acompañado, muy probablemente en algunos casos, de especulación).

Ahora el problema debe ser resuelto. Las distorsiones en las tasas de interés que ocasionaron el fenómeno han desaparecido, por lo que la demanda debe regresar a los límites que fácilmente se pueden atender.  La captación de reservas del país sigue siendo bastante robusta, por lo que no debiese haber ninguna necesidad a largo plazo de restricciones o devaluación.  Se va a requerir liderazgo en explicar la situación y los caminos a seguir para reducir y eliminar el problema.

Para esto se puede ir publicitando y socializando mejor los comportamientos de la demanda y la condición de reservas, con un plan claro y conocido previamente de relajamiento de restricciones según hitos.  Por ejemplo, han pasado de un 19.5% a más de un 30% en cumplir de adjudicaciones.  Se puede anunciar sobre qué porcentaje sostenido se tomarían qué medidas de relajamiento ya que una parte considerable de la demanda es con fines de aprovisionamiento- y no una necesidad inmediata.

No existe una razón a largo plazo para la permanencia de este problema, si hay estudio, diálogo y transparencia.

Fuente: https://www.bch.hn/politica-institucional/politica-cambiaria/subasta-de-divisas