Para definir una política de exoneraciones eficiente y justa es necesario que esta esté enfocada en el objetivo específico pretendido. Existe una diferencia entre crear las condiciones arancelarias y fiscales para permitir competitividad internacional, la producción o transformación de un bien, y otra distinta es liberar el rendimiento de esta operación de obligaciones tributarias de renta.
Los aranceles y el impuesto sobre ventas tienen un efecto directo en el valor de un producto que sería exportado. Los montos pagados por los insumos de producción en este caso no pueden transferirse a un tercero, resultando en un mayor costo del producto en el mercado internacional. Por esta razón, los regímenes de exportaciones exoneran estos impuestos y aranceles, aunque la mejor solución es desgravar de ambas cosas los insumos de producción para que el beneficio no sea solo de los más grandes y conectados que pueden acceder a regímenes especiales sino para todos los exportadores.
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