Cuidado de la cuenca del Río Choluteca
Jose S. Azcona Bocock
El cruce del Río Choluteca por las zonas urbanas del Distrito Central representa un problema importante, pero también una oportunidad.
Para analizarlo mejor veremos las condiciones del cauce, la mitigación de impedimentos y capacidad de evacuación, y posibles beneficios futuros de una mejora.
La capacidad de evacuación de un río depende del área hidráulica (#1), la pendiente (#2), y los obstáculos (#3). Estas van cambiando a lo largo del recorrido, y es en los puntos donde hay recodos o estrangulamientos donde hay menor capacidad de evacuar. Esto resulta en que se represe el agua y cause daños aguas arriba.
El cauce del Río Choluteca tiene tres lugares que representan una amenaza y un posible beneficio de atenderlos correctamente. Estos son: el recodo del final de la 1ª avenida de Comayagüela (A), el Cerro el Berrinche (B), y el área del Barrio el Chile a la colonia Sagastume (C).
En el punto A, el giro representa un obstáculo que afecta la corrida del agua. Si vemos mapas antiguos de la ciudad, la 1ª avenida de Comayagüela no se había desarrollado en esta área triangular, permitiendo el paso ininterrumpido del agua. Al construirse en esta área, sumado a los pequeños arcos del puente Mallol iniciaron los problemas, a inicios del siglo XX.
En ese recodo (final de la 1ª avenida de Comayagüela) conviene estudiar eliminar los lotes ruinosos y devolvérselos al cauce, ya que este giro pronunciado degrada la capacidad. El mismo mercado inmobiliario se ha dedicado a declarar esta zona invalida para la construcción. La construcción de un malecón en diagonal (o arco) ayudaría a resolver el problema y a recuperar el uso de alguna parte de esta zona.
El punto B fue un causante importante de las inundaciones de 1998, y se ha estabilizado con cooperación japonesa. El Cerro el Berrinche y el puente el Chile actuaban como un sistema que bloqueaba la evacuación del río. Si se represaba el puente, esto ayudaba a la saturación del cerro, que al tener deslizamientos ahorcaba aún más el paso del agua.
Los deslizamientos se originan de la saturación de agua en el terreno. Para esto es importante que las zonas con pendientes elevadas evacuen la mayoría de su precipitación. Se debe priorizar pavimentar y encunetar todas las calles en estas zonas. Cuando hay una quebrada o río abajo, se debe estabilizar la base de modo se evite la saturación, ya que la falla se inicia en el punto más bajo.
Con la reconstrucción del puente el Chile y la estabilización del cerro se redujo importantemente la posibilidad de una inundación catastrófica.
Aunque aún es prioridad cuidar esa parte de la cuenca por medio de dragados y limpieza, es importante también desarrollar un parque bosque en el cerro el Berrinche. Este uso reduciría la posibilidad de deslizamientos, y adicionalmente las invasiones de este de parte de construcciones de viviendas (cosa que ya está ocurriendo).
El área del “Chile” y aguas abajo (C) requiere un trabajo adicional. Es en esta zona donde hay libertad de mejorar el cauce y dragar correctamente.
Existen dos recodos bruscos y con obstrucción que se pueden mejorar a un costo mucho menor que el trabajo en área urbanizada. La ampliación y saneo del cauce deben hacerse en los próximos años, antes de que la urbanización descontrolada lo imposibilite. Mejorar la capacidad de evacuación de este tramo reduce mucho la presión aguas arriba.
Si se logran resolver estos tres problemas se abre la posibilidad de aprovechar mejor esta cuenca. Eventualmente debemos aspirar a un uso similar al del Río Mapocho en Santiago de Chile, donde con una combinación de soluciones y usos (embaule, vías vehiculares, canal, áreas boscosas y de esparcimiento) han logrado prevenir las inundaciones y ganar áreas útiles.
Atacar los problemas de los puntos A-B-C con los criterios descritos puede abrirnos la puerta a enormes beneficios de seguridad y calidad de vida.