Inversiones de los fondos de pensiones públicos
Jose S. Azcona Bocock
La principal tarea, y más elemental, de quienes manejan el estado es evitar los errores prevenibles. Las tentaciones que nacen de la discrecionalidad y espacio de arbitrio. Una de la las más sencillas de resolver, con beneficios incalculables, es el de hacer la totalidad de la inversión de los fondos de previsión (y otras reservas de fondos públicos) en deuda pública.
Se ha publicitado que un Instituto de previsión público ha invertido una suma millonario en un proyecto privado (aunque sea una concesión publica), porque el retorno que recibe actualmente es de menos de 2% anual, y lo podría cuadruplicar (asumimos alrededor del 8%). Esto nos da varias alertas sobre la situación actual.
¿Por qué se invierte este dinero a tasa pasiva en el sistema bancario? Fácilmente se comprueba en el sitio del Banco Central de Honduras que hay deuda pública colocada a entre el 5% y 7% en dólares, u un poco más alta en lempiras. Los intereses han decrecido en los últimos años, pero la brecha entre la tasa pasiva bancaria y el rendimiento de los bonos debe ser alrededor de un 5%. Por tanto, es muy rentable para la institución tener su inversión en bonos del estado.
Adicionalmente, se crea una intermediación ficticia que distorsiona el mercado bancario sin beneficios generales. El banco que recibe este dinero al 2% lo coloca en un bono al 8% derivando un beneficio de actuar de “banquero” del estado. Esto le desvía de su misión principal, que es financiar al sector privado, e incorpora elementos de clientelismo y politización en la banca. Considerando que los bonos pagan lo mismo, las tasas pasivas son similares, y el volumen es inmenso, esta es una decisión arbitraria.
Otros peligros que surgen son producto de la discrecionalidad. El general revolucionario mexicano Álvaro Obregón dijo “No hay general que aguante un cañonazo de 50,000 pesos). No somos tan pesimistas como el de creer que todos, pero si algunos. ¿Por qué exponer a las fragilidades humanas algo que fácilmente se puede evitar al hacer automática la forma de manejo de los fondos? No es únicamente la corrupción, ya que también decisiones arriesgadas o ligeras de inversión pueden destruir los ahorros de los afiliados.
Para las finanzas públicas también es un beneficio. Al tener recursos considerables previsibles que irán a adquisición de deuda pública, el “cupón” (interés) del bono baja. Esto mejora la salud fiscal del estado. Los gobiernos pierden la herramienta de dirigir estos recursos a proyectos que le parecen convenientes (generalmente con una mentalidad muy a corto plazo), eliminando la politización del manejo de los fondos- que es otro beneficio social a largo plazo.
Esto no es nada nuevo, y es la costumbre en sociedades más desarrolladas. La totalidad del fondo del Seguro Social de Estados Unidos (US$ 2,300,000,000,000, al 2021) se encuentra colocada en bonos y otros instrumentos financieros de la banca estatal. Este es un fondo de gran tamaño, el cual cuenta con una gran transparencia y solidez en su manejo. Casi 80 años de manejo exitoso: sin “pirañas”, desfalcos, bajos rendimientos, o sorpresas.
El gobierno puede implementar esto de forma inmediata como una instrucción emitida en Consejo de Ministros a los directivos que nombre en las juntas directivas, apoyado posteriormente por la legislación requerida. Se requiere de enorme voluntad política y disciplina, ya que las tentaciones de continuar con el sistema actual son considerables. Esta es una oportunidad importante para resolver este problema.