Los vuelos del Covid-19
Jose S. Azcona Bocock
Están repletos los vuelos a EEUU. Centenares de personas viajan semanalmente a los Estados Unidos a vacunarse contra el Covid. La decisión personal de protegerse no es censurable y mas bien nos beneficia a todos, pero refleja una situación de incapacidad social y estatal de resolver problemas.
Estas personas se van porque desconfían de la posibilidad de tener acceso en el futuro inmediato a vacunación. Están dispuestas a gastar US$1,000 o mas en transporte y estadía para protegerse, en vez de tener una espera por un período incierto. Es seguro que muchas de ellas no incurrirían en este gasto si hubiese una calendarización confiable de acceso a vacunas y una capacidad manifiesta de implementarla.
Ese recurso es desperdiciado para Honduras, ya que de tener una solución nacional no se erogaría de esta forma- ya que una vacuna covid cuesta menos de doscientos lempiras. 1000 personas a la semana que viajen representa una perdida de L.100,000,000 mensuales, que seria suficiente para vacunar 500,000 personas. Esto es un costo adicional del rezago y la falta de operatividad, y cada mes que pasa el mismo sigue aumentando.
Habría pocas lecciones si este fuera un fenómeno aislado. Desgraciadamente, es un reflejo extremo de las deficientes capacidades publicas y sociales. Igual que el generador eléctrico residencial, el tanque o cisterna de agua, y el guardia privado son soluciones ineficientes individuales de carencias a nivel de la sociedad. Resolver estos problemas para todos tiene un costo ínfimamente menor que la solución individual. Si hubiese un servicio confiable, la población no recurriría a resolver su problema a un costo elevado.
La relación de 2,000 vacunados viajando a EE. UU. a 500,000 potenciales nos da una relación de 250 a 1. Esto no significa que cada ciudadano que viaje esta fuera de su derecho, y esta erogación no iría de forma directa a vacunación de otros. Sin embargo, a nivel general, es una cantidad de recursos que salen del país de forma prevenible y que hubiesen podido servir para crear empleo y demanda local. Indirectamente, una parte va al estado por lo que si tiene incidencia en su capacidad de resolver.
Los ciudadanos tienen derecho a protegerse. No es mezquindad en ausencia de una forma de una solidaridad social manifestada a través de la acción publica. Por tanto, la acción deficiente del estado sigue sumando costos asumidos por todos. Costos inútiles y peligrosos.
¿Que Podemos hacer? Parte de la solución pasa por conocer los costos terribles de la falta de capacidades colectivas. Tanto la población, como las empresas, el estado y las organizaciones comunitarias deben de hacer un esfuerzo para prevenir situaciones similares en el futuro. Para esto, debemos poner mayor énfasis a la solución colectiva de los problemas.