Platón y su relevancia actual
Jose S. Azcona Bocock
“La forma más segura de caracterizar la tradición filosófica occidental, es que es una serie de citas sobre Platón” (A.N. Whitehead).
Platón fue un pensador griego del siglo IV A.C. Junto con su mentor, Sócrates, y su pupilo Aristóteles se les puede considerar como los fundadores de la tradición ética y filosófica de la cual se deriva gran parte de la cultura moderna. Sus ideas tienen una gran relevancia y profundidad aun comparadas con lo disponible en la actualidad, lo que es sorprendente considerando que existían pocos precedentes anteriores de aplicar el intelecto para estudiar la realidad.
“La República” es el libro más accesible y conocido de Platón. Su centro es la prueba de la necesidad y conveniencia de vivir una vida con moderación, razón y justicia. Define cuatro incentivos o motivaciones humanas (en mi opinión): el lucro, el poder (incluyendo la fama y el respeto), las pasiones elementales (sensoriales o emocionales) y el conocimiento (filosofía). Únicamente la última es pura, y en ausencia de la cual las demás son vacías. Esta búsqueda del conocimiento (o la verdad) coincide con el “bien”, lo que resulta en una vida ordenada y buena.
Complementariamente, estudia la organización de los gobiernos de las ciudades-estado helénicas de forma comparativa y los contrasta con una sociedad ideal. Define los cuatro tipos de gobierno que existían (timocracia, oligarquía, democracia y tiranía). Los describe y explica cómo funcionan los incentivos para escoger a los gobernantes y cómo actúan de acuerdo a esas cuatro motivaciones. Es bastante contundente en que los filósofos no pueden participar en gobernar en ninguno de ellos, por como están estructurados.
Al igual que en la persona individual, solo el gobierno en manos de quien busca el conocimiento (filósofos) puede producir una sociedad feliz y justa. Estas personas por definición no tendrían ningún interés por gobernar (ya que no obedecen a sus pasiones y desprecian el lucro y los honores), y por tanto deben ser obligados a asumir la función. Se tendría que crear un nuevo contrato social que cree una clase de gobernantes filósofos de forma permanente y detalla algunos de los desafíos y características de su propuesta.
En las formas de gobierno existentes que describe el primer ejemplo es el de una utopía (buena o mala, según el criterio; “1984” describe una sociedad similar, deformada) concebida y desarrollada por medio de la ingeniería social. Hay elementos precursores de lo que es una meritocracia moderna y un estado social, y también de extremismos (aristocracia, comunismo, fascismos), por lo que su legado es extenso y confuso. Recordemos que en tiempo de Platón no existía la experiencia posterior, por lo que su ejercicio era eminentemente teórico.
Todo esto va centrado en el concepto de descubrir la verdad, ya que esta es necesaria para construir tanto una vida como una sociedad buena. Él distinguía cuatro niveles de pensamiento, de más elemental a más avanzado, y era importante tratar de distinguirles e ir en ascenso. El más elemental son las imágenes, opiniones y conjeturas. Luego se pasa a la experiencia práctica (que representa un avance por estar validado por hechos). El tercero corresponde a llevar esa realidad a la teoría (ciencia y matemáticas). Y por último la filosofía, que incluye validar e integrar todo el conocimiento comprendiendo la realidad.
Al integrar la naturaleza del conocimiento con cómo su aplicación produce la mejor forma de vida posible para las personas y las sociedades, tenemos un llamado a tratar de ser mejores en las tres esferas de acción humana fundamentales. Debemos cultivar nuestra mente y derrotar la ignorancia y pasiones que tenemos, actuar con nuestros semejantes de una forma justa y correcta, y tratar de construir una sociedad que refleje estos valores.
Para leer gratuito (PDF) La Republica de Platón:
http://www.ataun.eus/BIBLIOTECAGRATUITA/Clásicos%20en%20Español/Platón/La%20República.pdf