Nuestra competitividad como país, en términos de poder exportar o producir para consumo local, depende de los costos locales comparados con los de nuestros competidores potenciales. Estas ventajas o desventajas comparativas sufren de variaciones a lo largo del tiempo. Debido a nuestro pequeño tamaño de economía, el efecto depende más de la evolución que tienen economías de mayor tamaño.
La actividad industrial básica requiere de múltiples insumos y, para ser competitiva, el costo de la combinación de estos debe ser menor que el del rival. Estos incluyen transporte, comunicaciones, energía y el costo de la mano de obra. Entre más elemental es la actividad, el factor costo de mano de obra se vuelve más importante. Para actividades más elaboradas, el efecto disminuye, pero no deja de ser sustancial.
Leer más