No existe acción mas injusta y grosera que nuestra sociedad cometa contra un sector de si misma que la enorme falta de posibilidades que tienen las madres de poder participar en la vida económica del país de forma independiente. Las consecuencias en pobreza, mala salud, falta de educación y otras áreas es inmensa.
Obviamente que criar una familia implica un sacrificio. Sería imposible para una nacion reconocer la negación de sacrificio que hacen nuestras madres por darnos un futuro a todos, pero esta no es justificación para evitar crear las condiciones en las cuales este sacrificio no provoque penalidades y sufrimientos mas allá de los ya incurridos. Por tanto, la sociedad y el estado debemos de volvernos parte de la solución, y darle a las madres de este país la oportunidad de poder participar de mejor manera en la vida productiva.
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