Las guarderias infantiles

Jose S. Azcona Bocock

No existe acción mas injusta y grosera que nuestra sociedad cometa contra un sector de si misma que la enorme falta de posibilidades que tienen las madres de poder participar en la vida económica del país de forma independiente.  Las consecuencias en pobreza, mala salud, falta de educación y otras áreas es inmensa.

Obviamente que criar una familia implica un sacrificio. Sería imposible para una nacion reconocer la negación de sacrificio que hacen nuestras madres por darnos un futuro a todos, pero esta no es justificación para evitar crear las condiciones en las cuales este sacrificio no provoque penalidades y sufrimientos mas allá de los ya incurridos. Por tanto, la sociedad y el estado debemos de volvernos parte de la solución, y darle a las madres de este país la oportunidad de poder participar de mejor manera en la vida productiva.

Una de las razones que limita el empleo de las madres, especialmente cuando son de escasos recursos, es la ausencia de un sistema institucional de cuidado de niños menores que los aceptados en el sistema preescolar (aún incompleto). Es necesario por tanto legislar un sistema de guarderías infantiles a nivel nacional ligado con una promoción del sistema de jardines de niños para lograr cubrir una mayor proporción del país.

Uno de las limitantes primarias de las guarderías es que requieren un sistema logístico paralelo al de las escuelas. Esto no necesariamente debe ser así, ya que pueden en muchos casos operar en inmuebles contiguos, o en otros  pertenecientes al Ministerio de Educación. Además, el sistema de cuidado de estos niños no necesariamente requiere una centralización tan grande como la que se lleva a cabo en las escuelas.

El segundo problema con el sistema de guarderías es que generalmente su formación ha ido acompañada de una burocratización excesiva. Lo que se puede hacer, además es necesitar el apoyo de la empresa privada, las instituciones caritativas, e iglesias es la de hacer la administración lo mas localizada posible con participación comunitaria evitando la presencia de personas contratadas a lo mínimo posible.

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Otro problema con las guarderías es el financiamiento de las mismas. Obviamente quien requiere de las mismas generalmente tendrá pocos recursos para poder costear este servicio. Sin embargo, se pueden diseñar sistemas para hacer que el costo sea transferido o deducido por medio de las planillas de empleo de estas madres, ya que el objetivo de estas guarderías es precisamente lograr que estas personas sean parte del sistema de producción. Complementado con el apoyo que se pueda recibir de las empresas y ayuda de la comunidad se puede lograr un costo muy accesible para el cuidado de estos niños.

La labor que el estado no puede abandonar, además de dotar del sistema legal requerido, es la de supervisar el manejo responsable de estos centros. Asegurando de que los niños sean tratados con el cuidado que merecen. Puede ser que para algunos la idea de guarderías mas accesibles sea riesgoso pero para una madre sola que no puede trabajar porque no tiene quien le cuide sus bebés se ve obligada a depender de la caridad publica esto definitivamente le abriría las puertas, tanto a ella como a sus niños, a un futuro mejor.

(2004, LT)