El futuro de la prevision social
Jose S. Azcona Bocock
Proteger a quienes no se pueden proteger solos. Esta es una función del estado aceptada por todos los países civilizados, y que se manifiesta de muchas formas. Conjugada con el principio de la autoayuda nace la concepción de la seguridad social: El estado organiza a los ciudadanos para que aporten fondos a una caja común que crezca y los proteja de penuria económica en su vejez o invalidez. El Instituto Hondureño del Seguro Social (IHSS) nace en 1959, y una de sus finalidades es la de cumplir esta función gubernamental. Sin embargo, no ha tenido mucho éxito en su cometido.
Existen muchas razones para ello: mala administración, falta de apoyo, desvío de fondos hacia el sector medico del IHSS, etc. Podemos, sin embargo, reducir todas ellas a dos causas fundamentales: fallas de control y falta de fondos. Aunque no puede negarse que el IHSS ha tenido algunas administraciones ímprobas, y que se ha perpetuado una burocracia ineficiente, la base económica sobre la que se sustenta es exigua debido a que los techos de las cotizaciones son los mismos que eran en 1959. A esta fecha se pagan un total de L. 63.00/mes (L. 21.00 por empleado y L. 42.00 por patrono) por los servicios médicos y de previsión, lo cual constituye aproximadamente un 5% del salario mínimo, sin excedentes aportados por las personas de mayores ingresos.
Existe un consenso casi general sobre la necesidad de crear administradoras de fondos de pensiones (AFP) regimentadas, con lo cual se podrían cubrir las necesidades de previsión para la vejez de las personas activas en la economía. Sin embargo, las funciones medicas del IHSS deben quedar en manos de esta institución, bajo el entendido que se aplicaran los correctivos y mejoras que correspondan para reducir la ineficiencia y el desperdicio. Hay que eliminar las fallas de control y la falta de fondos.
El manejo más eficiente se puede lograr por medio de reformas estructurales en la directiva del IHSS y su estructura interna. Estas reformas se deben manejar con criterios técnicos y no políticos, y se debe dar un mayor poder de decisión (y de nombramiento) a los representantes de quien costea el servicio: los afiliados y los patronos. La estructura interna del IHSS debe ser completamente despolitizada. De esta forma se puede lograr una mayor eficiencia en la administración.
Seria de muy poca utilidad mejorar la administración del IHSS sin garantizar una base creciente de aportaciones (al menos en cantidades nominales). Como se expone anteriormente, en la actualidad el valor de cada aportación decrece entre el 15 y el 30% anualmente, dependiendo de la tasa de inflación. Para solventar este problema es necesario indexar los techos de cotizaciones automáticamente a una cantidad de salarios mínimos vigentes, que podrían ser cinco. De esta manera se garantizaría que la institución contase con los recursos necesarios para cumplir con sus funciones. Además de esto, es necesario que el gobierno central cumpla con sus obligaciones como patrono responsable y cancele sus deudas con el IHSS.
Una institución de seguridad social sólida y eficiente es un baluarte de gran valor para el bienestar y salud de una nación. Los sectores representados en el mismo tienen una obligación, no solo hacia sus organizaciones, sino además hacia el pueblo hondureño en su conjunto. La decisión de reformar y apoyar al IHSS no es ya una opción política. Es una necesidad social del mas alto grado de urgencia.
(2000, LT)