Ideas para empresas: las finanzas personales de sus trabajadores

Jose S. Azcona Bocock

Dos de los mayores desafíos que tienen muchas personas que laboran son los fenómenos de dificultad para ahorrar conjugado con dificultad para conseguir fondos para una emergencia. Ambas son dos caras del mismo fenómeno, que tiene efectos sustanciales en limitar el desarrollo personal de los trabajadores y no permitir el crecimiento de su seguridad y bienestar familiar. 

Los bajos salarios y precariedad laboral limitan la capacidad de ahorro. El ahorro depende además de la facilidad para acceder a este y de los rendimientos que se puedan obtener. Generalmente, las tasas de interés pasivas para cuentas de ahorro personales son bastante bajas, y adicionalmente el depositar y retirar requiere de una acción presencial. Con tiempo y capacidad de movilización limitados y poca expectativa de beneficios, se limitan los depósitos.

El acceso a préstamos personales, especialmente para emergencias, es bastante limitado y caro. Generalmente, las personas tienen que recurrir a la tarjeta de crédito o a un prestamista; en ambos casos pagando intereses muy altos. El endeudamiento puntual se puede volver crónico al iniciarse un crecimiento exponencial de los intereses.

Las empresas no tienen responsabilidad directa por las finanzas personales de sus empleados, pero tienen varias herramientas que pueden servir para ayudarles a un costo en dinero y administración reducido. Las principales formas pueden ser a través de un sistema directo, con cooperativas, o el sistema financiero.

Un sistema directo consiste en poder hacer depósitos de ahorro, recibir un desembolso de préstamo, o deducir un abono según un plan de pago por planilla. El balance positivo o negativo devenga un interés, el cual se aplica a la cuenta. Al ser un servicio con bajos costos administrativos, la diferencia entre el porcentaje del préstamo (tasa activa) y el de ahorro (tasa pasiva) no debe ser muy significativa. Por tanto, se incentiva el ahorro y se garantiza un interés razonable para el préstamo. El sistema requiere la autorización para hacer liquidación del balance con las prestaciones laborales.

Las cooperativas tienen un sistema funcional por medio de convenios estandarizados que se firman directamente con los trabajadores. En este caso, la empresa hace las deducciones de planilla que corresponden a los abonos o depósitos únicamente. Este sistema es muy práctico, pero tiene algunas limitaciones. Una de ellas es el acceso, ya que las cooperativas no abordan a empresas muy pequeñas, por lo que las mismas deben hacer su propia gestión de búsqueda. La segunda es de las condiciones de ahorro y préstamo, ya que el empleado no tiene poder de negociación. La empresa (que tiene el volumen potencial a su favor) puede evaluar los productos financieros y negociar con las cooperativas para darles acceso a sus planillas, garantizando las mejores condiciones posibles.

La última opción es la de hacer un convenio con una institución financiera, lo cual solo es práctico para empresas medianas o mayores, utilizando de base el de las cooperativas. Desconozco si esto ya se hace de forma específica, pero no hemos visto un producto general. Se podrían generar tasas preferentes de crédito personal (para tarjeta, vehículos, u otros), con pagos automáticos por planilla y autorización de débito de prestaciones. De esta forma los bancos tendrían más seguridad de repago, pudiendo dar mejores condiciones.

La posibilidad de hacer mejoras en esta área es considerable y el impacto es significativo. No requiere sacrificio de ningún sector; únicamente traer la eficiencia y el orden a la solución del problema. Una sociedad donde las personas tienen mas ahorros y menos miedo a una necesidad es más productiva, estable y feliz.