Dos de los mayores desafíos que tienen muchas personas que laboran son los fenómenos de dificultad para ahorrar conjugado con dificultad para conseguir fondos para una emergencia. Ambas son dos caras del mismo fenómeno, que tiene efectos sustanciales en limitar el desarrollo personal de los trabajadores y no permitir el crecimiento de su seguridad y bienestar familiar.
Los bajos salarios y precariedad laboral limitan la capacidad de ahorro. El ahorro depende además de la facilidad para acceder a este y de los rendimientos que se puedan obtener. Generalmente, las tasas de interés pasivas para cuentas de ahorro personales son bastante bajas, y adicionalmente el depositar y retirar requiere de una acción presencial. Con tiempo y capacidad de movilización limitados y poca expectativa de beneficios, se limitan los depósitos.
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