La demografía de Honduras en el censo de 1887

Jose S. Azcona Bocock

El “Censo General de la República de Honduras levantado el 15 de junio de 1887” nos permite hacer una investigación acerca de la demografía del país. Se segmenta la población en grupos de edad que permiten extrapolar la población de las diferentes edades. Reversando los parámetros de mortalidad infantil en la pirámide indica 14,000 nacimientos anuales, ya que aparecen censados casi 11,000 niños menores de un año. 

Aproximando el periodo de fertilidad a algunas cohortes del estudio (16 a 41 años), nos da una población fértil de aproximadamente 60,000 mujeres y una tasa de fecundidad como de 6 hijos por mujer (lo esperado en una etapa inicial de desarrollo). La tasa de natalidad general aparece en 42 por 1,000 (14,000 entre 331,000), lo que refleja una población extraordinariamente joven y fecunda (edad media de 20 años). No podemos sacar la tasa de crecimiento por la ausencia de información de defunciones.

Los grupos de edad van disminuyendo gradualmente si dividimos la cantidad en la cohorte de edad entre los años que cubre. Comparado con 12,500 que nacen en un año, de edades de 7 a 16 hay 9,330, de 30 a 40 hay 4,100, y arriba de 60 hay 1,500. Una parte de esta disminución corresponde a un aumento producto del crecimiento de la población, pero otra es producto de un alto grado de mortalidad. La cantidad de personas de tercera edad es muy pequeña; solo un 3.5% de la población tiene arriba de 60 años. Por tanto, concluimos que el país vivía en una etapa temprana de desarrollo demográfico con alta mortalidad y alto crecimiento, producto de la abundancia de tierra y la escasa capacidad de dar salud y nutrición a la población. 

El censo del estado civil de las personas da resultados consistentes. La proporción de casados y viudos oscila entre el 45 y el 50% de la población adulta. Estaba establecida la institución del matrimonio en la misma proporción en todo el país, siendo el porcentaje similar en todos los departamentos. La población femenina era de 50.1% y la masculina el 49.9% del total.

Un indicador del desarrollo es el tipo de viviendas por su tipo de construcción (dos pisos, un piso y pajizas). La cantidad de casas de dos pisos en todo el país solo era de 83, siendo las poblaciones con la mayor cantidad Tegucigalpa (14), Santa Barbara (11), Santa Rosa de Copan (9), Yuscarán (7), San Pedro Sula y Puerto Cortés (4 cada una).   

La proporción de viviendas construidas de paja es un indicador de precariedad. Un 40% de las viviendas del país eran pajizas, con variaciones regionales. Este porcentaje llegaba a ser hasta de un 65% en el departamento de Intibucá y solo un 18% en El Paraíso. Las poblaciones urbanas tenían una menor proporción de este tipo de vivienda que las rurales, siendo casi inexistentes en las cabeceras departamentales.

La población se clasifica como indígena y ladina. El concepto de ladino es cultural y no nos logra dar la totalidad de la población indígena. Esta aparece como un 19% a nivel nacional, con grandes variaciones. Este porcentaje es abajo del 5% en los departamentos de El Paraíso y Comayagua, y arriba del 35% en La Paz, Gracias, e Intibucá. En este censo, estos departamentos tienen una menor tasa de escolaridad y un mayor porcentaje de vivienda pajiza. 

Se pueden sacar más conclusiones e información detallada por municipio y departamento al analizar los cuadros publicados. Más efectivo todavía será unirlo con otros censos posteriores para ver la evolución que ha tenido Honduras a lo largo del tiempo.