La ingenieria militar

Jose S. Azcona Bocock

Desde 1959 el Primer Batallón de Ingenieros del Ejercito, ubicado desde 1972 en Siguatepeque, Comayagua, ha cumplido con diferentes tareas militares y de acción cívica. Enumerarlas sería muy difícil ya que han abarcado, tanto en área geográfica como en alcances de actividades, una gran diversidad. Sin embargo existe una tarea especial de ser una reserva para el estado en maquinaria para la apertura y reparación de caminos, un apoyo para las comunidades en proyectos de infraestructura, y apoyos de emergencia que merecen especial consideración de la ciudadanía.

El Estado de Honduras necesita tener a su servicio una reserva propia de maquinaria de construcción, con el personal y apoyo técnico requeridos, con la capacidad de restauración de caminos en caso de desastres naturales independiente de cualquier contratación privada. Si a esto le sumamos la ventaja estratégica de tener un esquema para abrir caminos de penetración en las zonas fronterizas y otras cuyas falta de accesibilidad sea un peligro para la seguridad nacional, entonces vemos que estas tareas son de suma importancia.

Fue un cambio de acuerdo con los tiempos cuando la Secretaría de Obras Públicas cerró lo que era la Dirección General de Mantenimiento. Aunque esta medida tenía sus beneficios potenciales y sus riesgos para el interés nacional (que se demostraron válidos) no se pretendería a estas alturas devolverle al Estado el proceso de mantenimiento rutinario. Sin embargo es innegable que se perdió gran parte de la reserva de equipo con la que contaba el Estado para emergencias, lo cual crea una vulnerabilidad para todos.

LA INGENIERIA MILITAR.jpg

Esto hace que la única reserva significativa sea la que está dentro del ejército, en el batallón de Ingenieros. Existe en esta unidad una gran cantidad de equipo, del cual solo una fracción puede operar debido a los altos costos de mantenimiento o de restauración del mismo. Existe la capacidad organizativa necesaria para hacer que este sistema funcione si se le hace la inyección económica requerida.  Los programas de capacitación (que sirven a la toda economía nacional) deben de ser reforzados para garantizar la disponibilidad de operadores y técnicos de forma permanente.

Considerando que el equipo seria utilizado permanentemente en labores de apoyo a las comunidades, a largo plazo el beneficio sería muy superior a la erogación.  Los que hemos sido parte de hacer acción cívica dentro de las Fuerzas Armadas (en particular, como parte de esta unidad) sabemos además que sus efectos beneficiosos en cuanto a la construcción de una mayor cohesión, sentido de seguridad, patriotismo dentro de las comunidades va mas allá de los efectos benéficos inmediatos.

El gobierno no debe suplantar al sector privado en las funciones que mejor realiza.  Pero la tarea permanente de apoyar a nuestras comunidades en la construcción y reparación de sus vías de comunicación y demás infraestructura local, de preparar jóvenes capacitados técnicamente con un sentido de dedicación y patriotismo, y de tener una reserva nacional para emergencias es algo que ayuda a garantizar un estado que mejor responda a los intereses de la población.

(2004, LT)