Linea de emergencia
Jose S. Azcona Bocock
Tengo frente a mí la guía telefónica para el año 2004. Hay tres páginas enteras de números de emergencia para todo el país: desde postas de policía, hasta hospitales, bomberos, etc.. una muy pequeña fracción de los ciudadanos va a tener acceso a una guía telefónica en caso de emergencia, y muchos menos la habilidad mental requerida para memorizarse esta gran cantidad de teléfonos para poder recordarlos en un momento de crisis o pánico, que por su naturaleza afecta la memoria. La falta de posibilidad de comunicación en emergencias nos cuesta sufrimiento, destrucción y muerte todos los días.
Es por esto que necesitamos un sistema centralizado único de despacho de llamadas de emergencia a nivel nacional, con un solo número asignado (911, 199 u otro). Esto haría que las personas supieran siempre a quien recurrir para sus emergencias médicas, de seguridad, y de incendio. Este sistema estaría enlazado con todas las estaciones de policía, hospitales, cuarteles de bomberos, y otras instituciones ligadas con el control de accidentes u otras emergencias.
El mayor problema para atender emergencias de forma pronta y eficiente es que las instituciones no se dan cuenta de forma inmediata pues es difícil para los ciudadanos comunicarlas de forma inmediata. Aquí el problema va mas allá de la centralización del centro de comunicaciones, es necesario que la cobertura telefónica y los procedimientos para el manejo de estas llamadas de emergencia mejore.
El sistema debe de ser regionalizado de forma automática. Es decir, una llamada originada desde un teléfono con prefijo iniciando en 2 debe de caer en el centro de comunicaciones de Francisco Morazán, los prefijos comenzados en 5 en el Departamento de Cortés y así sucesivamente. La tecnología nos permite hacer esa asignación automática además de que quede constancia del número telefónico de origen de cada llamada.
El centro de comunicaciones debe de tener los identificadores de llamada, y la capacidad de grabación de las mismas para asegurar que haya registro del buen cumplimiento de las instrucciones este sistema debe de ir ligado con una mayor dotación de líneas telefónicas a las diferentes estaciones de policía, hospitales y centros de salud, para asegurar que las solicitudes de ayuda lleguen a su destino.
Posiblemente el costo inicial de establecer una línea de emergencia única sería superior al de mantener el sistema actual, incompleto e incomprensible para la ciudadanía. Pero las ventajas a largo plazo de que la gente sepa y efectivamente pueda recurrir al auxilio cuando lo necesite con una simple llamada telefónica nos ayudará a brindar un mejor servicio en todas estas áreas de valor muy superior a la inversión.
(2005, LT)