Memoria y civismo
Jose S. Azcona Bocock
“Quien controla el presente controla el pasado. Quien controla el pasado controla el futuro” –George Orwell, 1984
Mos maiorum. Las costumbres de nuestros antecesores. El sistema legal, político, y social de la antigua Roma se basaba en este principio. Estaba basado en la identificación con lo que había ocurrido en esta comunidad anteriormente. Aunque esto resultaba en un conservadurismo marcado, el poder identificarse con un pasado de orgullo daba una seguridad propia a esta comunidad que le permitió construir una gran civilización.
Nosotros no aspiramos a construir un imperio, pero los hondureños tenemos muy poco recuerdo de lo que ha ocurrido en el pasado. El desconocimiento general de la historia mundial es evidente, aunque no tan importante como lo es la falta de conocimiento y de registro de fuentes históricas nacionales. Es difícil comprender y prepararnos para competir y negociar internacionalmente sin saber algo de las culturas o sociedades que encontramos. No es posible construir una identidad propia sin poder hacer aunque fuese un análisis general de lo que ha ocurrido en esta tierra anteriormente.
La ausencia de esta conciencia histórica hace que su lugar sea tomado por ideas y valores impuestos del exterior, o de un fatalismo derivado de la incomprensión de fuerzas mayores a la nuestra. Aunque los hondureños seamos de diferentes mezclas raciales, orígenes geográficos y étnicos, esta sociedad si tiene una continuidad a lo largo del tiempo y con la cual todos nos debemos de identificar
El conocimiento de la historia tiene dos componentes: El primero de ellos es el interés que la comunidad le preste a la enseñanza y el aprendizaje. Es necesario que nuestros programas de estudio a todo nivel exijan la enseñanza de historia hondureña y mundial. Además de esto es necesario que las empresas se dediquen a la promoción de la divulgación histórica por medio de ediciones literarias, etc. Este es un campo atractivo para todas las instituciones que deseen hacer una contribución social importante.
Un segundo componente es la investigación histórica nacional. Incluimos en esto tanto la historia escrita como la física (arqueología). Es necesario tener una política histórica nacional, no como una responsabilidad estatal exclusiva sino como un esfuerzo participativo de todos. Las personas mayores deben no solo de contar sus historias sino de grabarlas o escribirlas, cada uno debe de cuidar, y en algunos casos exhibir sus artefactos que pudiesen tener un valor histórico especial.
El pasado físico se pierde un poco todos los días al deteriorarse documentos, demolerse edificaciones, y fallecer fuentes vivas de información. Es imposible evitar los efectos de la química, del progreso urbanístico, o de la muerte de nuestros mayores. Por tanto es importante que registremos, transcribamos, fotografiemos, y escribamos la mayor parte posible de esta información.
Conocer nuestro pasado, y el de los demás, no resolverá propiamente nuestros grandes problemas sociales y económicos. Sin embargo, nos dará una mayor confianza y seguridad en quienes somos y hacia donde podemos ir. Al tomar posesión de nuestro pasado podremos tener una base más sólida para construir un mejor futuro.
(2004)