Apoyemos nuestros bancos de sangre

Jose S. Azcona Bocock

Una deficiencia clara que tenemos en nuestro sistema de salud es la escasez de sangre para trasfusiones. Aunque las instituciones de beneficencia  que tienen bancos hacen un esfuerzo considerable, resulta muy evidente que la dotación en reserva es deficiente. Sin ser profesionales de la medicina, es fácil evaluar que tenemos un problema grave en nuestras manos.

En primer lugar es necesario aumentar las donaciones. Actualmente se hace por medio de voluntarios, especialmente en la  Cruz Roja, o  parientes de personas que la necesitan. Necesitamos crear un sistema en el que las instituciones estén comprometidas con la donación de sangre de forma permanente. Esto abarcaría a las universidades, colegios (para 17 años y mayores), las Fuerzas Armadas,  y  la empresa privada. Donar sangre nunca podría ser considerado algo obligatorio pero sí se puede, al tener una participación directa de estas instituciones ofreciendo incentivos,  lograr un nivel de donaciones considerable.

Otro de los impedimentos para desarrollar bancos de sangre es que por la escasez de la misma, esta tiene un valor comercial. Esto hace que sea sujeta de compra y venta, lo cual hace el proceso susceptible de ser corrupto. Por tanto, es necesario que se manejen todas las transacciones en los hospitales con controles médicos estrictos para evitar el tráfico indebido.

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Otro problema es la seguridad del donante y el receptor.  Aquí es donde ligamos el primer aspecto mencionado sobre la participación de las instituciones. Si el proceso de donación está ligado con un examen de sangre anual de salud para el donante, estamos asegurando una mejor salud a la vez que cumpliendo con este objetivo social. Cualquier acción debe de garantizar la salud de el que done y quien reciba la sangre.

Tener bancos de sangre repletos es una tarea de todos existe una gran reserva moral de buena voluntad y solidaridad humana, solo hace falta que creemos las condiciones para que esta nos brinde los frutos esperados. Esto resultará no solo en una mejor calidad de vida para todos sino en un crecimiento de nuestra identificación como nación.

(2005)