La inmensa mayoría de nuestras calles carecen de pavimento. Esto tiene consecuencias negativas mucho mas allá de la mayor dificultad para transitar en vehículo. Es importante estar al tanto de esto para poder entender porque es una prioridad.
Por las calles pavimentadas corre el agua evitando el lodo y los charcos que son fuente importante de falta de higiene y salubridad, que se traduce en enfermedades e incomodidad. Las calles pavimentadas no generan polvo por lo que también se reduce la incidencia de enfermedades de las vías respiratorias. Además de esto, facilita y abarata el transporte para personas y mercancías. Finalmente, el efecto psicológico de tener una calle pavimentada frente a su casa es un estímulo importante al orden y orgullo familiar y comunitario.
Leer más